Una de las características de esta temporada es la presencia de brillo solar durante gran parte del día. Pero hay momentos en los que esos paisajes tan iluminados pueden tener presencia de tenues neblinas, lloviznas repentinas, vientos intensos y temperaturas más bajas de lo normal para esta temporada.
Una de las preguntas frecuentes es si debemos utilizar bloqueador solar en horas en las que el sol no se asoma. Para comenzar, quienes simplemente no lo utilizan, cometen un serio error sin saberlo. Pese a estar en un día nublado, la piel está expuesta a sufrir quemaduras, porque los rayos ultravioleta —conocidos también como rayos UV— traspasan las nubes fácilmente.
En un país donde los niveles de radiación son extremadamente altos, como advierte el Senamhi, es importante cuidarse de los rayos solares, así sean visibles o no. Parte de disfrutar de un verano saludable es tomar todas las medidas necesarias para proteger la piel y evitar cualquier tipo de enfermedades dérmicas.
¿Qué tanto daño hace el sol en la piel?
Quizá el perjuicio más conocido de los rayos ultravioleta en el cuerpo es el cáncer a la piel, enfermedad que, solo en 2018, fue detectada en más de 3,500 peruanos, según la Liga Peruana de Lucha contra el Cáncer. Solo por citar un ejemplo, en Lambayeque se diagnostican más de 250 casos de esta enfermedad al año.
Además, aun cuando no haya mucha presencia de brillo solar, la radiación ultravioleta es capaz de provocar quemaduras y altos niveles de deshidratación. Asimismo, genera manchas en la piel, aparición de lunares y cambio de textura en la dermis, asegura la American Cancer Society.
Y hay algo más riesgoso que advierte la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria: durante el verano aumenta el riesgo de recibir los llamados “golpes de calor”, un impacto que consiste en una elevada temperatura corporal que puede ser mortal si no se trata a tiempo.
Los ojos también sufren daños hasta irreversibles. No usar lentes oscuros con protección UV causa males oculares como cataratas, fotoqueratitis (quemadura en la córnea) y ceguera permanente, según la National Eye Institute de los EEUU. Irritaciones, lagrimeo, ardor y sensación de sequedad son los síntomas de que algo no está bien en nuestra vista.
Entonces, ¿cómo protegerse?
La forma más común para protegerse del sol, aún en días neblinosos, es el uso de bloqueador. Pero ¿realmente sabes cuál elegir y cómo usarlo? Lo primero que debes tomar en cuenta es el factor de protección solar (SPF por sus siglas en inglés). La OMS sugiere productos que contengan un SPF igual o mayor a 30.
El bloqueador solar hay que untarlo en el cuerpo entre 25 y 30 minutos antes de salir de casa, y volver a aplicarlo cada dos horas o después de nadar en la piscina o el mar. Haz lo mismo cada vez que practiques alguna actividad física al aire libre, pues en plena estación de verano tu cuerpo emana sudor en mayor cantidad.
Asimismo, como parte de la vestimenta de verano, se sugiere el uso de sombreros de ala ancha y lentes de sol con un índice alto de protección UV. Aunque en esta temporada casi todos utilizan prendas cortas, la Organización Mundial de la Salud aconseja vestir ropas holgadas que cubran buena parte de la superficie corporal. En este caso, hay que tener mucho cuidado con la ropa que seleccionamos para los niños: como su piel aún está en desarrollo, esta es más sensible a los rayos UV.
Otro dato para destacar es la hora. Entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, el sol brilla con mayor intensidad. La OMS aconseja evitar una exposición no mayor a 15 minutos durante ese lapso. En caso sea necesario estar fuera de casa, es importante encontrar lugares con sombra.
Sigue estos consejos y disfruta de un verano saludable. La sobreexposición a los rayos ultravioleta causa una serie de enfermedades en el cuerpo. Pero si cumples con una adecuada prevención, estarás sano y salvo, al igual que tus seres queridos, y con más ganas de disfrutar de la piscina o la playa.