El cáncer de mama es la enfermedad más común entre las mujeres en todo el mundo. En el Perú, cada año se reportan alrededor de 4,000 casos de este tipo y el 60% es diagnosticado en etapa avanzada, según alerta el Ministerio de Salud. Asimismo, es el cáncer que ocupa el primer lugar en Lima Metropolitana. Para no ser parte de esta cifra, la prevención y detección temprana están en nuestras manos con el autoexamen de mama. Junto a Dra. Sheila Vilchez, Cirujano Oncólogo de Mamas, Piel y Partes Blandas de Clínica El Golf y Centro Oncológico Aliada, te explicamos paso a paso cómo hacerlo.
-
Obsérvate
Párate frente al espejo en un lugar bien iluminado y coloca tus manos en las caderas. Observa tus pechos y fíjate si notas cambios en su forma, tamaño, color, abultamientos, bolitas, verrugas, malformación en la piel o secreciones del pezón.
-
Mira la forma de tus senos
Para confirmar que la forma de tus senos está en perfecto estado y no hay presencia de bultos o tumores, coloca las manos detrás de tu cabeza, empuja los senos hacia adelante o pon las manos en las caderas y saca hombros y codos hacia adelante. En ambos casos podrás observar si el contorno de tus pechos presenta alguna anomalía.
-
Examina el pezón
Para descartar cualquier tipo de secreción, aprieta ligeramente el pezón y fíjate si brota algún tipo de líquido.
-
Palpa tus senos
Recuéstate en tu cama bocarriba, coloca una pequeña almohada debajo del seno que vas a examinar y el brazo de ese mismo lado ponlo detrás de tu cabeza. Con la yema de los dedos presiona el seno con fuerza, pero sin lastimarte, haciendo pequeños círculos desde la clavícula hasta la axila para detectar algún tipo de bulto o hundimiento.
-
Examina tus axilas
Levanta las manos sobre la cabeza y verifica la presencia de algún bulto que protruya por el hueco axilar. Posteriormente, examina metiendo la mano contralateral a la axila que se examinará haciendo movimientos hacia arriba y hacia abajo de tal manera que se puedan palpar la presencia de algún bulto a nivel axilar.
Realiza este autoexamen una o dos veces al mes. Tampoco es recomendable hacerlo con mucha frecuencia porque podrías pasar por alto algún cambio de lento desarrollo. Procura hacerlo cinco o diez días después de haber comenzado tu menstruación, así tus senos estarán menos sensibles para palparlos. Recuerda, la prevención puede salvarte la vida.