Luego de haber sido diagnosticados con cáncer, un panorama de incertidumbre y miedos puede aparecer frente a nosotros. Algunos planes pueden verse modificados pero no debemos dejarnos abatir por ello. Puede ser una oportunidad para volver a pensarlos, reorganizarlos o tal vez cambiarlos por completo. Aunque sea un poco difícil a primera vista, podemos aprender de las situaciones que se nos presentan, incluso frente a un inminente diagnóstico de cáncer.
Si esta situación aparece y tienes ocupaciones laborales, es probable que tengas que hacer un alto a ellas y conocer exactamente cuál es el estado en el que te encuentras y ver si es favorable para ti continuar asistiendo a trabajar. Básicamente porque el trabajo requiere de nuestra atención y es una actividad mental o física, que desgasta nuestra energía en distintos niveles según a qué nos dediquemos. Entonces, esto puede ser perjudicial para nuestra mejoría. Requerimos que todos nuestros recursos biológicos se encuentren al 100% y enfocados en recuperarnos.
Quizá puedas conversar con tus jefes sobre el tema para que te brinden los permisos necesarios y asistas a tus controles médicos siguiendo adecuadamente tu tratamiento. Pero si tu salud lo requiere, tal vez estás muy agotado, solicita un permiso de mayor tiempo para poder ausentarte en la oficina y recuperar esa energía desgastada.
Más adelante, al retomar tu trabajo, sentirás que tu autoestima se eleva así como tu confianza. Verás que poco a poco vas logrando equilibrar el desbalance que pudiste atravesar y será el mejor impulso para continuar hasta el restablecimiento de tu salud.
Sin embargo, también es importante que recuerdes otras actividades que siempre te importaron y motivaron pero que por algún motivo, dejaste de lado. Retómalas. Enfócate en disfrutarlas para cortar aunque sea por momentos con pensamientos de la enfermedad y logres conectarte con otras emociones que te enriquecen, te hacen sentir útil y son mucho más placenteras.
Permítete atravesar esta etapa lo más tranquila posible. Retoma paulatinamente tus actividades regulares. Sé permisiva contigo. Disminuye la autoexigencia. Tu cuerpo ha pasado o está pasando por un momento de estrés que requiere de tu propio cuidado y comprensión para retomar el balance.
Eres fuerte y todo lo puedes, tienes muchas posibilidades frente a ti, encuentra el camino adecuado para desarrollar las más favorables. Tu familia, amigos y entorno más cercano te apoyarán, serán tu mejor espacio de contención. Ellos pueden ser tu motivación, mientras tú los inspiras por tu voluntad y ganas de salir adelante. inspiras.