Vivir de manera sedentaria es una decisión que con el tiempo puede afectar seriamente nuestra salud y la de nuestra familia. Por eso debemos tener siempre presente que la actividad física sea una prioridad.
Es sumamente significativo hacerlo con regularidad para experimentar sus beneficios y hacerlo en familia, brindará más oportunidades para fortalecer los vínculos emocionales, generará nuevos espacios y momentos como familia y reforzará la buena relación entre todos.
Si con tu familia ya han decidido incluir este magnífico hábito en su rutina, te recomendamos las caminatas. Caminar es una forma de ejercicio sencilla, de bajo costo y posible de realizar en cualquier lugar o momento.
¿Por qué hacerlo?
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Porque mejora la circulación sanguínea. Todos los nutrientes llegan de manera eficiente a cada célula del cuerpo y evitarás problemas como hinchazón en las piernas o várices debido a una mala circulación.
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Porque fortalece el sistema cardiovascular, disminuyendo los riesgos de padecer alguna enfermedad cardíaca.
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Porque tonifica tus músculos.
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Porque mejora tus niveles de energía y resistencia física.
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Porque previene la diabetes.
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Porque disminuye el colesterol malo y la presión arterial.
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Porque elimina líquidos extra que haya en tu organismo.
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Porque fortalece ligamentos, huesos, tendones y articulaciones.
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Porque mejora tu respiración.
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Porque ayuda a liberarte del estrés.
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Porque es muy recomendado para la prevención de insomnio o depresión ya que permite la liberación de endorfinas, quienes son las hormonas responsables de nuestro entusiasmo.
Si tienes la oportunidad de hacer caminatas fuera de la ciudad, como por ejemplo en un lugar de entorno natural, los beneficios aumentan porque no sólo cuidarás tu salud sino que también es una forma de disfrute y aprendizaje para toda la familia. Durante el recorrido pueden ir descubriendo nuevas rutas, conversando sobre las mejores formas de atravesarlas o quizá, observando lo hermosa que es la naturaleza y todos los elementos que la conforman.