Lo primero que debemos saber es que comer saludable no es hacer dieta o comer alimentos desagradables al paladar. Una alimentación saludable puede ser sabrosa, a veces es cuestión de tener curiosidad por probar nuevos sabores, de imaginación para combinar ingredientes y sobre todo de saber elegir.
Algunos hemos mantenido por años la costumbre de comer lo primero que encontramos al momento de sentir hambre, o por lo que sea más sencillo de preparar. Todo mal hábito puede ser difícil de modificar pero podemos lograrlo con voluntad y con el conocimiento seguro que alimentarnos de manera sana nos hará sentir más enfocados, con mayor energía y sobre todo presentando menos enfermedades durante el año.
Te damos algunos consejos para ir adquiriendo la salud que te mereces:
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Cambia la leche entera por la baja en grasa. Las grasas no saturadas son mejores para combatir enfermedades cardíacas.
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Reemplaza café por té. Los dos son ricos en antioxidantes, pero el té tiene menos cafeína, la cual en cantidades superiores a los 450 mg (3 tazas de café aproximadamente) por día podría ocasionar problemas cardiovasculares.
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Bebe agua mineral en vez de gaseosas. El agua mineral no contiene azúcar y ayuda a reducir los antojos por las gaseosas.
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Come más pescado en lugar de otras carnes. La proteína del pescado es una gran opción para fortalecer nuestros músculos y para obtener Omega 3, ácido graso que ayuda a un buen funcionamiento del cerebro.
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Consume nueces y frutas secas en vez de galletas en tus snacks. Los frutos secos contienen grasas que en cantidades adecuadas colaboran en procesos del sistema nervioso y del cerebro.
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Evita el pan y la pasta de granos blancos. Los alimentos de grano blanco atraviesan procesos que eliminan grandes cantidades de salvado y germen de trigo, fibra natural que es muy beneficiosa para la limpieza del organismo. Opta por opciones integrales ya que al no buscar su refinamiento, sus productores mantienen estos componentes.
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Usa aceite de oliva para acompañar tus ensaladas. Es mucho más saludable la grasa de este aceite que la de otros y es más saludable que otros aliños.
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Mantente hidratado durante el día. Toma entre 8 y 10 vasos de agua diariamente.
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Cena temprano. Tendrás tiempo de hacer una digestión adecuada y consumir gran parte de la energía obtenida de tus alimentos.
La decisión es siempre tuya y no es la idea que sufras dejando de lado algunos alimentos. Date un gustito de vez en cuando, no hay que ser drásticos con nosotros. Sin embargo, si haces pequeños cambios en el tipo de comida que ingieres, estarás haciendo bastante por ti. Poco a poco será más fácil elegir por el bienestar. Verás cambios positivos en tu salud, en cómo te sientes física y mentalmente y eso será el empuje que necesitabas para continuar.