Nuestros genes se encuentran en el núcleo de las células y regulan su crecimiento de manera correcta. En un proceso regular, las células antiguos mueren para dar paso a las nuevas. Sin embargo, con el paso del tiempo pueden ocurrir alteraciones en los genes y generar un desarrollo anómalo de células derivando en la aparición de tumores benignos (no peligrosos para la salud) o malignos (potencialmente peligrosos).
El cáncer de mama hace referencia a un tumor maligno originado a partir de células mamarias y como todos los tipos de cáncer, pueden ser curados si se detectan a tiempo. Es importante que seas muy responsable con tus controles médicos y los realices con la frecuencia que tu médico indique. Como base de este sistema de prevención contra el cáncer de mama, debes considerar una buena dieta nutricional que contenga estos alimentos:
Legumbres. Recomiendan comer unas 2 veces a la semana. Pueden ser lentejas, garbanzos, frejoles, etc.
Arándanos. Contienen gran cantidad de antioxidantes quienes absorben los radicales libres, y éstos son los causantes de desequilibrios celulares que propician desarrollar cáncer.
Brócoli. Esta verdura tiene un componente, el sulforafano, que ayuda a suprimir el crecimiento de células malignas.
Linaza. También conocida como semillas de lino están llenas de ácidos grasos saludables
Ajo. Algunos estudios señalan que tiene componentes como el azufre que retrasan el crecimiento de células cancerígenas.
Té verde. Contiene en su constitución polifenoles, sustancias químicas que tienen comportamiento similar a los antioxidantes.
Salmón, atún y sardinas. El omega 3 es un ácido graso que reduce la inflamación que pudiera contribuir al desarrollo de cáncer de mama.
Nueces. Tiene propiedades antiinflamatorias, omega 3 y antioxidantes. Indispensables para luchar contra el cáncer de mama.
Así como incrementar la ingesta de ciertos alimentos es crucial para prevenir el cáncer de mamá, también debes tener en cuenta la reducción en el consumo de azúcar, carnes rojas y carnes procesadas como son los embutidos.
Por otro lado, si bien algunas investigaciones señalan que aproximadamente el 90% de los diagnósticos de cáncer de mama se producen por anomalías genéticas producidas por el envejecimiento y deterioro regular de las células, una buena alimentación juega un papel crucial para brindar condiciones favorables a este desgaste, natural e inevitable, que experimenta nuestro cuerpo.
Dale la vuelta al cáncer de mama, sé precavido y haz un análisis de tus costumbres alimenticias. No te arrepentirás.