1. Ten la ropa de bebé lista
Toda previamente lavada con detergente suave, guardada en un lugar súper limpio (¡esta puede ser la última vez que todo esté tan limpio!). Acepten todas las mantas, baberos, cubiertas para la mesa de cambio y enterizos que les ofrezcan, los necesitarán. No solo tengan ropa de recién nacido sino también de la talla que viene inmediatamente después y hasta incluso una después de esa.
2. Desinfectar los biberones
Tómate unos minutos y desinfecta todos los biberones, chupones y saca leches.
3. Instalar el asiento para bebés en el carro
No es una tarea fácil y nadie quiere una mamá recién salida de la clínica con el bebé en brazos esperando a que papá descifre las instrucciones.
4. Artículos de bebé
Comienza a incluir lo siguiente en la lista de compras: pañales (no sólo el tamaño del recién nacido), toallitas húmedas (nunca son suficientes), talco, etc.
5. Botiquín
Consulta con tu pediatra qué medicamentos básicos debes tener que te saquen de apuro ante problemas de salud cotidianos.
6. Maleta para el hospital
Incluye: ropa para la mamá (interior, pijama, de salida), ropa para el bebé, documentos, efectivo ante cualquier eventualidad, entre otros.
7. Ruta al hospital
Decidir cuál será la ruta a tomar cuando la mamá entre en trabajo de parto es complicado. Para tranquilidad de ambos, estén de acuerdo cuál es el mejor camino para llegar a la clínica desde la casa. Evitará que pierdan tiempo tomando decisiones nerviosas y al volante.
8. Llenar el refrigerador
Una vez que haya una pequeña criatura de buenos pulmones requiriendo toda la atención, nadie tendrá tiempo de ir por un poco de pan o queso. Mejor tener las provisiones listas.
9. Comprar un libro de recuerdos
No es de vital importancia pero cuando pasa el tiempo uno valora muchísimo el tener un recuento de lo que fue toda la experiencia de darle la bienvenida a ese bebé. Compren uno y llénenlo de sus ideas, sentimientos y eventualidades pre-bebé (¡será de gran ayuda también cuando venga un futuro hermano!).