1. No te dejes llevar por tu fanatismo del momento:
Puede que seas seguidor de Pokemón, de un futbolista o un cantante, y aunque uno sienta que esa pasión durará para siempre, generalmente no lo hace y no queremos que nuestros hijos se queden con “Pelé” o “Pikachu” por el resto de sus vidas (No es broma. Según la Reniec, 54 peruanos se llaman Onix -el nombre de un Pokemón).
2. No dejes que la familia influencie en tu decisión:
Siempre hay un familiar insistente que le gusta controlar todo a su alrededor (una madre emocionada, una abuela impaciente o una hermana mandona generalmente). Ellas o ellos están felices de la llegada de tu nuevo bebé, quieren ayudar en todo lo que puedan y asegurarse de que tomes las decisiones correctas. Es importante escuchar los consejos de todos pero siempre hacer sólo lo que a ti y a tu pareja les haga sentido.
3. Es una decisión de pareja:
Hay mujeres que han soñado con su boda y sus bebés desde niñas, y como en cuento de princesas ya sabían qué nombre le pondrían a su bebé desde que jugaban con su muñeca. Si eres una de esas mujeres y te sienten identificada debes recordar (y aunque sea obvio) que no eres el único padre de ese bebé. No debes dar por sentado un nombre y siempre conversarlo con la pareja, solo deben escoger un nombre con el que los dos estén cómodos y no dejar que tu pareja lo acepte por cansancio o resignación. Si eres el padre en esta situación plantea una conversación en la que muestres los puntos que te preocupan y lleguen a una decisión en conjunto.
4. Haz toda la investigación posible:
El proceso puede ser realmente divertido si uno se aproxima con la actitud adecuada: puedes revisar listas en internet, sacar finalistas y pedir que tu pareja haga lo mismo, luego en sesiones juntos pueden vetar nombres que no les gusten del otro y así ir llegando a sus nombres finalistas de una forma lúdica.
5. Vayan juntos a registrar el nombre:
Aunque parezca increíble, existen muchos casos de abuelos o uno de los padres que fueron a registrar el nombre y lo escribieron mal o decidieron hacer un cambio de último momento. Si no quieres este tipo de sorpresas y problemas legales (y familiares) es importante que haya varios ojos en el momento de la verdad.
6. Presta atención a los nombres de los bebés a tu alrededor:
Pocas veces uno quiere un nombre común para su hijo, sueles querer algo especial, que lo diferencie. Sin embargo, la popularidad de los nombres suele venir como olas, y muchas veces un nombre que no es común hoy en día, atrae por igual a la misma generación de mujeres embarazadas, lo cual hará que tu bebé tenga 6 amigos con el mismo nombre en su nido. Si te importa este tema para la oreja por donde vayas y revisa los nombres más comunes de bebés en las listas de los últimos años.
7. Considera el significado:
Puede que este punto sea o no importante para ti y tu pareja, pero aunque un nombre suene bonito no siempre su significado te convence del todo. Es importante hacer un poco de chequeo sobre el significado etimológico del nombre. Incluso puede ser el factor decisivo entre tus dos nombres finalistas.
8. Piensa en cómo lo pronunciarán los demás:
Si están tú y tu pareja enamorados de un nombre no hay razón para que lo dejen de lado pero es importante que estén preparados a lo que sucederá a su alrededor con un nombre difícil de pronunciar o escribir: Estén listos para corregirlo todo el tiempo y a que su hijo se acostumbre a deletrear y explicar cómo se pronuncia a cada persona que conozca.
9. Analiza cómo suena con el apellido:
Hay nombres que son hermosos por sí solos pero que con el apellido pueden terminar haciendo combinaciones divertidas que harán que el nombre de tu hijo sea blanco de risas de los amigos. Puede que te guste el nombre dolores pero si tu apellido es barriga tal vez debas considerar una segunda opción.